El límite como punto de encuentro con el otro
Hablamos mucho de límites. Límites a los hijos, límites en el trabajo, límites personales que debemos superar, cosas que nos limitan, creencias limitantes... Hablamos mucho de los problemas que tenemos para poner límites, problemas para reconocer nuestros límites, y para vivirlos. Los profes en el cole nos recuerdan la necesidad de límites, sus ventajas y su importancia.
En educación y crianza, y en la vida en general estamos normalmente entre la tensión de dos polos, la autoridad y la permisividad. Se llenan los libros sobre los beneficios y los perjuicios de ambas. Se confirma una tendencia a los "no límites" frente al modelo más autoritario de la generación anterior.
Pero la autoridad y el permiso nos son conceptos estáticos, sino puntos dentro de un proceso de convivencia donde un yo se posiciona frente a un tu. Y como todo proceso está vivo, cambia, evoluciona, se enquista... Me gusta enfocar el límite como parte de un proceso, antes de profundizar en autoridad, autoritarismo, permisividad y permiso. Vamos a definir con herramientas de Cocahing ¿qué es un límite?
Un límite es eso que yo impongo cuando prohibo comer chuches, o jugar más o menos tiempo con la nintendo. Un límite es eso que yo no estoy dispuesto a cruzar o a negociar. No voy a dejar que mi hijo juegue con insecticida ni a que cruce la calle sin mirar.
Hay límites muy muy claros y otros más difusos, en función de la fortaleza de nuestra creencias y de la seguridad en la convicción de nuestros criterios al respecto. Un límite en lo biológico es mi piel. Yo soy porque me percibo dentro de unos límites celulares, también un límite es lo que me conforma psicológicamente, lo que siento que soy, mis capacidades, mis convicciones, mis recursos, mi experiencia.
Un límite es también como me percibo yo en relación al mundo, lo que me trasciende, soy ciudadano, mi oficio, mi ideología, mi postura religiosa, mis roles. Lo que me limita también me conforma.
¿Cual es la clave a mi entender para profundizar en límites? Un punto es donde se vive el límite. No es lo mismo poner un límite a tu hijo pequeño en casa, en el super o en el cole. No es lo mismo poner un límite a un compañer@ de trabajo en la sala de reuniones, que en la cafetería de la calle. El límite tiene un escenario. No es lo mismo como vives un límite conduciendo en un túnel con radar que en un carretera solitaria comarcal.
Hay otra parte más en este escenario a considerar, ¿qué hay al otro lado del límite? ¿qué o quién?¿al otro lado hay un hijo, una persona, un colega, una pareja, un profesor, un padre, un médico, una enfermedad, una situación?. ¿Que tal percibir el límite como punto de encuentro, de contacto? Sin duda lo es. A veces incómodo, muy incómodo.
Podemos encuadrar entonces la tensión autoridad/permiso, como un lugar donde yo me encuentro contigo, desde mi necesidad y tu necesidad. Pasa de ser un problema de comunicación a otro de estrategia.
Cuando tu hij@ te monta un numerito exigiendo más chuches o más nintendo, cuando tu pareja o tu quieres más sexo, cuando tu jefe quiere más horas, cuando tu quieres más paz o silencio... Estamos pidiendo desde una necesidad muy concreta, aunque a veces no sea obvia.
La propuesta desde el coaching es es que no hay una sola respuesta, porque se trata de un proceso vivo y no estático.
¿De qué recursos dispones para encontrarte con el otro sin perderte tu? o viceversa.
Algunas posibilidades son:
- Visión de proceso, no de foto fija. ¿qué esta sucediendo ahora y dentro de que escenario?
- Visión del limite como punto de contacto, cómodo o incómodo.
- Lugar de encuentro.
Las buenas preguntas nutritivas en este caso son:
¿A qué digo si cuando te digo no? ¿Desde que convicción y valores lo hago? ¿cómo transmito esos valores? ¿Qué valores transmito cuando digo no? ¿Qué valores transmito en el "Cómo" te digo que no?
Buenas preguntas. Espero que te ayudan a encontrar tus respuestas. Para eso es la estructura de Coaching. La escucha y la interacción enriquecen las respuestas.
Tienes otro recurso libre más para profundizar en el tema en la próxima conferencia gratuita sobre Límites y Autoridad del día 16 de Noviembre.
En mi opinión, para integrar realmente el conocimiento y completarnos como personas, hace falta trabajar y dedicar un tiempo y un espacio para que lo que está en la cabeza se integre como un recurso personal, un buen programa, un modelo de respuesta, un hábito que nos estructure a nosotros y al entorno en donde vivimos.
Hemos preparado un Seminario de fin de semana monográfico muy completo, con tres ponentes especializadas, Coachs profesionales en activo.
El coaching es una herramienta potentísima para hacer cambios de cultura en casa y en el trabajo. Si necesitas nuevos recursos y realmente quieres funcionar de otra manera, ven al taller. Sabemos la dificultad de liberar ese tiempo si eres padre o madre de familia y queremos transmitirte que es una inversión de tiempo y de dinero para construir un mejor presente y futuro.
Se construye mejor sabiendo. Es realmente una oportunidad única por la calidad de la formación y la experiencia y diversidad de los ponentes y porque el grupo aporta en si mismo y nos enriquecemos todos.
Rocío Gómez Sanabria
Comunicación y Convivencia
Hablamos mucho de límites. Límites a los hijos, límites en el trabajo, límites personales que debemos superar, cosas que nos limitan, creencias limitantes... Hablamos mucho de los problemas que tenemos para poner límites, problemas para reconocer nuestros límites, y para vivirlos. Los profes en el cole nos recuerdan la necesidad de límites, sus ventajas y su importancia.
En educación y crianza, y en la vida en general estamos normalmente entre la tensión de dos polos, la autoridad y la permisividad. Se llenan los libros sobre los beneficios y los perjuicios de ambas. Se confirma una tendencia a los "no límites" frente al modelo más autoritario de la generación anterior.
Pero la autoridad y el permiso nos son conceptos estáticos, sino puntos dentro de un proceso de convivencia donde un yo se posiciona frente a un tu. Y como todo proceso está vivo, cambia, evoluciona, se enquista... Me gusta enfocar el límite como parte de un proceso, antes de profundizar en autoridad, autoritarismo, permisividad y permiso. Vamos a definir con herramientas de Cocahing ¿qué es un límite?
Un límite es eso que yo impongo cuando prohibo comer chuches, o jugar más o menos tiempo con la nintendo. Un límite es eso que yo no estoy dispuesto a cruzar o a negociar. No voy a dejar que mi hijo juegue con insecticida ni a que cruce la calle sin mirar.
Hay límites muy muy claros y otros más difusos, en función de la fortaleza de nuestra creencias y de la seguridad en la convicción de nuestros criterios al respecto. Un límite en lo biológico es mi piel. Yo soy porque me percibo dentro de unos límites celulares, también un límite es lo que me conforma psicológicamente, lo que siento que soy, mis capacidades, mis convicciones, mis recursos, mi experiencia.
Un límite es también como me percibo yo en relación al mundo, lo que me trasciende, soy ciudadano, mi oficio, mi ideología, mi postura religiosa, mis roles. Lo que me limita también me conforma.
¿Cual es la clave a mi entender para profundizar en límites? Un punto es donde se vive el límite. No es lo mismo poner un límite a tu hijo pequeño en casa, en el super o en el cole. No es lo mismo poner un límite a un compañer@ de trabajo en la sala de reuniones, que en la cafetería de la calle. El límite tiene un escenario. No es lo mismo como vives un límite conduciendo en un túnel con radar que en un carretera solitaria comarcal.
Hay otra parte más en este escenario a considerar, ¿qué hay al otro lado del límite? ¿qué o quién?¿al otro lado hay un hijo, una persona, un colega, una pareja, un profesor, un padre, un médico, una enfermedad, una situación?. ¿Que tal percibir el límite como punto de encuentro, de contacto? Sin duda lo es. A veces incómodo, muy incómodo.
Podemos encuadrar entonces la tensión autoridad/permiso, como un lugar donde yo me encuentro contigo, desde mi necesidad y tu necesidad. Pasa de ser un problema de comunicación a otro de estrategia.
Cuando tu hij@ te monta un numerito exigiendo más chuches o más nintendo, cuando tu pareja o tu quieres más sexo, cuando tu jefe quiere más horas, cuando tu quieres más paz o silencio... Estamos pidiendo desde una necesidad muy concreta, aunque a veces no sea obvia.
La propuesta desde el coaching es es que no hay una sola respuesta, porque se trata de un proceso vivo y no estático.
¿De qué recursos dispones para encontrarte con el otro sin perderte tu? o viceversa.
Algunas posibilidades son:
- Visión de proceso, no de foto fija. ¿qué esta sucediendo ahora y dentro de que escenario?
- Visión del limite como punto de contacto, cómodo o incómodo.
- Lugar de encuentro.
Las buenas preguntas nutritivas en este caso son:
¿A qué digo si cuando te digo no? ¿Desde que convicción y valores lo hago? ¿cómo transmito esos valores? ¿Qué valores transmito cuando digo no? ¿Qué valores transmito en el "Cómo" te digo que no?
Buenas preguntas. Espero que te ayudan a encontrar tus respuestas. Para eso es la estructura de Coaching. La escucha y la interacción enriquecen las respuestas.
Tienes otro recurso libre más para profundizar en el tema en la próxima conferencia gratuita sobre Límites y Autoridad del día 16 de Noviembre.
En mi opinión, para integrar realmente el conocimiento y completarnos como personas, hace falta trabajar y dedicar un tiempo y un espacio para que lo que está en la cabeza se integre como un recurso personal, un buen programa, un modelo de respuesta, un hábito que nos estructure a nosotros y al entorno en donde vivimos.
Hemos preparado un Seminario de fin de semana monográfico muy completo, con tres ponentes especializadas, Coachs profesionales en activo.
El coaching es una herramienta potentísima para hacer cambios de cultura en casa y en el trabajo. Si necesitas nuevos recursos y realmente quieres funcionar de otra manera, ven al taller. Sabemos la dificultad de liberar ese tiempo si eres padre o madre de familia y queremos transmitirte que es una inversión de tiempo y de dinero para construir un mejor presente y futuro.
Se construye mejor sabiendo. Es realmente una oportunidad única por la calidad de la formación y la experiencia y diversidad de los ponentes y porque el grupo aporta en si mismo y nos enriquecemos todos.
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