Las metáforas en los procesos de Coaching Teleológico

de Herminia Gomà  

Las metáforas en los procesos de Coaching Teleológico

 
Rose is a rose is a rose
Gertrude Stein
El objetivo de este artículo es señalar la importancia y ventajas de incorporar la metáfora a los procesos de coaching teleológico para aprovechar el enorme potencial que este recurso nos ofrece.
En este artículo encontrareis
  1. El uso de las metáforas, sus orígenes
  2. Aprendizajes del Coach para aprovechar las metáforas
  3. La finalidad de las metáforas en los procesos de coaching
  4. La metáfora como facilitadora del proceso de coaching
  5. Ejemplo práctico. Desarrollo de un proceso
  6. La selección de las metáforas
  7. El porqué de la metáfora elegida
  8. Cómo ampliar la metáfora con nuevas aportaciones
  9. Agradecimientos
  10. Bibliografía y referencias

                  

1. El uso de las metáforas, sus orígenes

La psicología humanista siempre se ha sentido cómoda utilizando la metáfora, los cuentos y las historias como una herramienta muy provechosa en procesos de desarrollo humano. Es natural que el Caoching Teleológico, que se fundamente en dicha corriente psicológica, aproveche este recurso en sus intervenciones.
Ejemplos de metáforas hay muchos y siempre se han utilizado para ejemplificar ciertas situaciones que de otra manera sería sumamente difícil. Desde las parábolas del evangelio pasando por la literatura infantil y las fábulas hasta llegar hoy en día a los cuentos que aparecen el los libros de autoayuda, las metáforas nos han ayudado a comprender mensajes importantes para nosotros.
Aristóteles definió la metáfora como una comparación entre entidades en apariencia diferentes. También  decía que las metáforas nos hablan del poder de la mente para crear pensamientos generadores de amplias posibilidades.
De la misma manera que definimos el coaching como el vehiculo que transporta a las personas de donde están a donde quieren ir, con la metáfora transportamos el significado de la inconciencia a la conciencia.
Freud afirmaba que el pensamiento en imágenes se encontraba más cerca del inconsciente que el pensamiento en palabras.
En la corriente psicológica del constructivismo se entiende que cada persona posee su propia realidad y, por tanto, no existen realidades más reales que otras. La realidad se confunde con las gafas de quien la mira. Por consiguiente, las metáforas que cada uno de nosotros empleamos para definir el mundo son nuestra forma de filtrar la realidad o, dicho de otra forma, constituyen nuestra propia realidad.
El estudioso más representativo del uso del lenguaje metafórico en hipnosis es sin duda Erickson, que utilizaba las metáforas como analogías de la problemática del cliente.
El contar historias o metáforas es un recurso ampliamente utilizado en la psicología humanista.

2. Aprendizajes del Coach para aprovechar las metáforas

Las metáforas que utilizamos en los procesos de coaching teleológico se podrían clasificar en dos grupos: las que el coach identifica en la exposición del cliente y las que ofrece el coach a su cliente.
Con la experiencia y la supervisión de nuestra práctica profesional, los coachs aprendemos a escucharlas en nuestros clientes y señalarlas como algo interesante a investigar. Aprendemos a preguntar paradescubrir el significado que tienen para el cliente y que posibilidades aportan para generar las condiciones de cambio y finalmente aprendemos a trasladarlas al problema que quiere resolver yconectarlas con actuaciones futuras.
Con la experiencia, los coachs vamos ampliando nuestra carpeta de provechosas metáforas y con nuestra creatividad e intuición construimos las que sean más idóneas durante el transcurso del proceso.
Mucho es lo que nos queda por aprender sobre el poder de las metáforas como herramientas de intervención en procesos de coachingSeguir investigando en sus aplicaciones y repercusiones puede ser muy útil para todos aquellos profesionales que nos dedicamos a acompañar a las personas en sus procesos de crecimiento y desarrollo personal y profesional. Cómo dice Robert Dewar: "Las mentes son como los paracaídas. Solo funcionan si están abiertas".

3. La finalidad de las metáforas en los procesos de coaching

Vivimos inmersos en una cultura que desde la cuna nos enseña a pensar de forma lógica-racional. Por ello,cuando tenemos un problema intentamos abordarlo de la forma más "racional" posible. Aunque emociones y procesos inconscientes afecten nuestras decisiones intentamos afrontarlo todo racionalmente. Buscamos soluciones lógicas y nos dan soluciones lógicas que no siempre nos van a ayudar. Si el coach nos ofrece exclusivamente esta estrategia probablemente no llegaremos a lugares distintos.
Cuando aprovechamos la metáfora que aporta el cliente logramos que su implicación y compromiso con el proceso aumente. Movilizarlo hacia el cambio y aprendizaje es el objetivo de un proceso de coaching.
Las metáforas que el cliente verbaliza son un material que no podemos pasar por alto. A lo largo del proceso decoaching teleológico trabajar con las metáforas que aporta el cliente permite generar conversaciones efectivas al promover sustituciones analógicas para pasar de la zona de confort a la de aprendizaje alsoslayar las resistencias propias de cualquier proceso de cambio.
Recurrir a las propias metáforas del cliente para investigar en su inconciente es muy poderoso. Otras veces es el coach que aprovecha lo que está aportando el cliente para ofrecerle un feedback en forma de metáfora. Sea como sea, si la aporta el cliente o la ofrece el coach, saber utilizar este recurso facilitará que el cliente, sin hablar directamente de ello, vaya al corazón del problema y busque en su inconciente las respuestas y soluciones que necesita.
Durante el proceso de coaching será importante para nuestro trabajo como coachs,  disponer de un conjunto de metáforas, cuentos o frases inspiradoras que podamos utilizar en el momento oportuno.
La naturaleza nos ofrece infinidad de metáforas y símbolos que podemos utilizar para que el inconciente del cliente conecte con respuestas que de otra manera serían prácticamente imposibles. Son una buena manera deiniciar una conversación profunda y enriquecedora. Son un recurso magnifico en los procesos de coaching para comprender determinados comportamientos o situaciones al potenciar la búsqueda inconciente de significados y recursos.
Son particularmente idóneas para desbloquear un momento del proceso, para inspirar o estimular la creatividad a la hora de encontrar soluciones o para ofrecer un cambio de perspectiva, también pueden servir para aceptar desafíospromover la reflexión y sobre todo para facilitar la toma de conciencia de nuestro cliente.
La metáfora es una herramienta, no la herramienta, es decir, es útil y apropiada para algunas sesiones y para algunos clientes, pero no útil para todos los coachs, ni para todos los procesos. Es una herramienta útil pero insuficiente para explicar el proceso de cambio de nuestros clientes. El ser humano es demasiado complejo y lleno de posibilidades como para atribuir tanto poder a un recurso concreto. La metáfora posee muchas ventajas pero también tiene sus inconvenientes. Como dice Gareth Morgan en sus trabajos de análisis de las organizaciones (1986): "Las metáforas crean visión, pero también distorsionan. Tienen su potencial, pero también sus limitaciones. Al crear formas de ver, crean también formas de no ver."  Excelente aportación que nos puede llevar a reflexionar más allá de lo evidente.

4. La metáfora como facilitadora del proceso de coaching

El lenguaje metafórico es un gran recurso y permite a nuestro cliente:
  • Verbalizar aquello que no puede decirse a si mismo
  • Ser consciente de su realidad y sus limitaciones
  • Ser consciente de su inmenso poder creativo
  • Abrirse a nuevas alternativas y soluciones y no cerrarse en si mismo y en su dolor o problema
  • Distanciarse y observarse desde fuera, sin estar en el epicentro de sus emociones
  • Buscar el sentido a su experiencia, a sus circunstancias y a sí mismo en ellas
  • Mejorar a partir de la oportunidad que le ofrece esta situación
  • Incrementar su autoconocimiento y su capacidad de aceptar la realidad integrando sus limitaciones con sus fortalezas
  • Crear las condiciones para cambiar su realidad y su manera de vivirla e influir en ella.
  • Constituir una solución, iniciar el camino hacia la misma o cambiar substancialmente el enfoque del problema.
Además, el lenguaje metafórico nos permite sintonizar y comprender el significado real que tiene para el cliente el tema que quiere abordar. Venciendo las resistencias y facilitando el proceso.
La metáfora nos permite abordar ciertas situaciones dolorosas de manera que no hieran o levanten actitudes defensivas que impidan su abordaje.
Como dice Jenny Moix Queraltó en su artículo: "las metáforas en la psicología cognitivo-conductual" (2006): el lenguaje simbólico actúa sobre nuestro subconsciente de una forma mucho más potenciadora que cualquier sugerencia o consejo. No agrede a la persona, ni a sus creencias, moviliza nuestra capacidad creativa y puede generar nuevas ideas que en algunas situaciones nuestra parte racional no es capaz de resolver, las metáforas pueden constituir trampolines heurísticos.

5. Ejemplo práctico. Desarrollo de un proceso

Estaba el otro día hablando con una conocida de mi ámbito profesional, con la que más allá de charlas encantadoras jamás hemos compartido temas personales e íntimos. Le comentaba que estaba pensando el la rosa (flor), cómo metáfora de vida, como metáfora para incluirla en un proceso de coaching. Muy amablemente se interesó por el tema y me pidió que le explicara su aplicación. Inicié así la conversación:
-          ¿Qué te sugiere la imagen de una rosa con espinas?
-          Mira, yo en mi jardín planto rosales y los cuido, pero nunca me fijo en las espinas, siempre veo la rosa.
-          Entiendo que cuando contemplas las rosas, solo te fijas en la rosa, no en sus espinas.
-          Exactamente
-          ¿De qué manera lo que haces con las rosas se parece a lo que haces en tu vida?
-          Que ojala en mi vida hiciera lo mismo, me olvidara de las espinas. Mi familia me dice que tengo que olvidar los agravios, que tengo que mirar hacia adelante, pero me cuesta olvidar las heridas que producen las espinas. Me gustaría poder olvidar las espinas, como hago con las espinas de las rosas de mi jardín.
-          Entiendo que el recuerdo de las heridas que te infringen ciertas espinas es difícil olvidarlo y esto te impide a veces seguir adelante.
-          Exactamente
-          Te apetece que sigamos avanzando y profundizando en este tema que acabamos de iniciar….
-          Me encantaría, gracias
Algunas de las preguntas hacían referencia explicita a la metáfora, así conseguimos soslayar su actitud reactiva ante este tema que tanto la preocupaba:
-          Cuando dices que te gustaría olvidar las espinas ¿a qué te refieres?
-          Me gustaría olvidar los agravios. Pero no puedo.
-          ¿Cuáles son las consecuencias de no olvidar las espinas?
-          Que le doy muchas vueltas, que me siento herida, que creo que los demás no me quieren, que siento resentimiento hacia ellos. Soy infeliz.
-          Cuando te planteas olvidar las espinas ¿qué problema quieres solucionar?
-          No puedo solucionar ninguno, hay una parte de mí que sabe que no hay rosas sin espinas, es como si quisiera negar la realidad, en el fondo, espero que no pase y vuelve a pasar, es como si creyera que olvidando las espinas, estas no me harán daño.
-          Si no he comprendido mal, hasta ahora, has intentado olvidar las espinas, y parece que no ha funcionado. Por lo que estoy escuchando eres conciente de que las rosas tienen espinas y que olvidar la realidad no te ha funcionado demasiado bien.
-          ¿Cuándo te hieren sus espinas?
-          Cuando al cogerlas para cortarlas y hacer un ramo, me olvido de que sus espinas son la herramienta que utilizan para protegerse de mi necesidad de poseerlas. Es eso, en el fondo de lo que realmente me olvido es de mi, de lo que pretendo con las rosas, de que realmente no necesito poseerlas, solo agradecer que compartan su aroma conmigo.
-          ¿Qué quieres hacer a partir de ahora con las rosas de tu vida?
-          Dejar de poseer a las personas que amo. Cuando me claven sus espinas estar alerta, probablemente estoy agrediéndolas o intentando controlarlas. Ser conciente de que no puedo poseer a las personas que amo y que cuando me hieren de alguna manera estas heridas me las infrinjo yo por mis propias inseguridades y miedos.
-          ¿Qué quieres cambiar realmente?
-          Mi manera de amar, aprender a aceptar lo que me dan las personas que amo y que me aman, sin querer dominarlas ni utilizarlas en mi beneficio.
-          ¿Qué mensaje te ha aportado esta metáfora?
-          Que la solución no pasa por olvidar los agravios. Que cuando las personas que amo me hieren no tienen la voluntad de herirme, en el fondo me hieren cuando intento "sujetarlas", cuando las quiero "dominar". La solución no es olvidar, precisamente  se trata de no olvidar, no olvidar que para disfrutar de su amor, no tengo que "apresarlas".
Apunto este caso como un ejemplo real, donde a partir de una metáfora se inició un proceso de coaching, un proceso de autoconocimiento, de toma de conciencia y transformador. Desde una perspectiva simbólica esta persona pudo abrirse y expresar un tema "espinoso" para ella y llegar al fondo de su problema, que no estaba en lo que hacían los demás, ni en como protegerse de los demás. Que su planteo reactivo la alejaba de la solución. Que la solución partía de su autoconocimiento y su toma de conciencia.
Más tarde, "Rosa" (pseudónimo con el que me voy a referir a mi "clienta") en su síntesis me comentó que había sido muy fácil conectar con este aspecto de su vida. Que se había dejado fluir. En cambio, cuando lo abordaba con su familia en un plano práctico y directo, ella se defendía, se resistía y se sentía muy mal, que hablarlo de manera simbólica le permitió vencer su necesidad de protegerse y así profundizar y escucharse a si misma.
La metáfora nos permite abordar los problemas de nuestros clientes sin supuestos previos que distorsionen nuestra intervención. Partimos del significado que atribuye el cliente a la situación que está experimentando y así evitamos interferir con nuestro bagaje personal. Respetamos la carga de significado que utiliza nuestro cliente sin perdernos toda su riqueza. El lenguaje metafórico posibilita ir más allá de lo que a simple vista podemos apreciar. El lenguaje metafórico es atemporal, es decir, podemos hacer referencia en cualquier momento del proceso a la metáfora que hemos trabajado como punto de referencia para evaluar el proceso.

6. La selección de las metáforas

Cuando el cliente plantea el tema del que quiere hablar, el problema que quiere solucionar, puede que acuda a nosotros una intuición. A  mi me gusta escuchar estas intuiciones y compartirlas con mis clientes. Si no son acertadas o no conecta con su tema, las dejamos de lado y seguimos investigando por otros derroteros. Pero cuando la intuición es atinada avanzamos por ella mientras sea productiva.
Conocer de dónde parte el cliente y a dónde quiere llegar ayudará a que nuestra intuición conecte con la metáfora más apropiada. La metáfora puede ser una imagen, una historia, un cuento, un ejemplo o una frase que nos sirva como enlace, como el puente que nos lleve de donde está ahora el cliente a donde realmente quiere llegar (aunque a veces no es conciente de ello).
También es importante que nuestro nivel de sintonía y empatía sean altos respecto a nuestro cliente ya que de está manera podremos dejar fluir nuestro inconciente para que emerja la metáfora más pertinente y rica en cada momento; una metáfora que represente el posible problema y que esté vinculada a su realidad.

7. El porqué de la metáfora elegida

¿Por qué la rosa como metáfora para iniciar un proceso de coaching? Porque la rosa, para muchas personas y en muchas culturas posee un enorme y profundo caudal simbólico. La naturaleza nos ofrece lecciones filosóficas profundas y veraces que podemos aplicar a nuestra vida. Al utilizar la metáfora de la rosa podemos extraer sabias lecciones de vida.
¿Qué fragancia desprenden mis acciones?
¿La contemplación de la belleza de la rosa (la nueva propuesta que te están ofreciendo), de qué te está distrayendo?
¿Centrándote en las espinas, que estás pasando por alto?
¿Qué necesita tu rosal, para florecer?
La inspiración de utilizar esta metáfora en los procesos de Coaching "floreció" al escuchar la rumba del grupo musical Mecano "Una rosa es una rosa es una rosa":
Quise cortar la flor
más tierna del rosal,
pensando que de amor
no me podría pinchar,
y mientras me pinchaba
me enseñó una cosa
que una rosa es una rosa es una rosa.

Compartia con el Dr. Villegas mi interés en este tema y al hablarle de lo que me había inspirado, me comentó, desde su profundo conocimiento y sabiduría, que la frase "una rosa es una rosa es una rosa"  podía  deberse a un fragmento del poema Sacred Emely, contenido en el volumen Geography and Plays, escrito en 1913 por la poetisa norteamericana Gertrude Stein: "Rose is a rose is a rose" su cita más famosaCon esta manera tan "sofista" de enfatizar un punto, Stein pretendía que tomáramos conciencia de que "las cosas son como son".Probablemente esta toma de conciencia por mi parte de que las cosas son como son, sin máscaras ni disfraces contribuyó a que me animara a profundizar en dicha metáfora y la aplicara a los procesos decoaching.
En el Coaching Teleológico partimos de la realidad y a nosotros en ella para producir los cambios que nos llevarán a donde queremos ir. A partir de esta toma de conciencia, de que las cosas son como son, llegamos a la aceptación de la realidad y de esta manera nos abrimos a la posibilidad de escuchar en lo más profundo de nuestro corazón la respuesta que verdaderamente necesitamos para seguir adelante sin "caretas" ni "velos".
La rosa también evoca fragancias y perfumes. Para mi es evocar el mes de mayo, por calles con patios delanteros profusamente repletos de rosales que te hacían conciente del paso de las estaciones, de la llegada de la primavera, de que el cambio formaba parte de la vida cotidiana, de que nada es inmutable, de que las cosas tienen un principio y un final, de que todo puede mejorar (o empeorar) pero no es perdurable.
Mantener un rosal en condiciones tiene sus secretos, pero crear un nuevo rosal es una tarea tremendamente compleja. Habitualmente compras un rosal y lo plantas en tu jardín, pero reproducir un rosal por su aroma peculiar, por su color o textura ya no es tarea sencilla. En la mayoría de casos, cortas un esqueje, siembras una semilla y con suerte si lo cuidas, arraiga, encuentra su lugar y crece. Pero con los rosales las cosas no son de esta manera.
Siguiendo con el ejemplo del proceso de "Rosa" y aprovechando que cuidaba de sus tres rosales, continuamos nuestra conversación por derroteros más agrónomos. Le preocupaba que una plaga o una helada la dejaran sin rosales y con ello perdería….
¿El rosal está plantado en una maceta o en tierra firme?
¿Qué condiciones has de crear para que florezcan tus rosales?
¿En que contribuyes a crear dichas condiciones?
¿Qué puedes ofrecerle a tu jardín?

 

8. Cómo ampliar la metáfora con nuevas aportaciones

A lo largo de la sesión con "Rosa" utilicé otras referencias vinculadas a la metáfora de la rosa para seguir ampliando y profundizando en su autoconocimiento y toma de conciencia.
Por si podían serle útiles, compartí con ella dos temas que la metáfora y nuestra conversación me sugirieron. Por un lado la "rosa" única y especial protagonista de una obra simbólica maravillosa, "Le Petit Prince" de Antoine de Saint-Exupéry. Centrándonos en la metáfora de la rosa, esta representa el amor del Principito, "su rosa" que es maravillosa porque es única en su planeta, ha habido otras, pero ésta es la que ha florecido, es perfecta y al mismo tiempo llena de imperfecciones, frágil y necesitada de cuidados especiales, orgullosa, vanidosa, mentirosa y egoísta y a pesar de sus imperfecciones digna de amor.
¿En qué medida eres como esta rosa?
¿Qué hace únicas a las rosas de tu jardín?
¿Qué te hace única, especial y diferente?
¿Cómo cuidas tus rosas? ¿Cómo te cuidas a ti misma?
¿Qué espinas forman parte de ti?
¿En qué jardín desprendes tu mejor fragancia?
¿Qué es un abono para ti?
¿Qué debería podar para crecer fuerte y desprender tu mejor perfume?
La otra referencia que me sugirió nuestra conversación  y que compartí con ella fue la de una pequeña historia que aparece en un exquisito y reflexivo libro "El monje que vendió su Ferrari" de Robin S. Sharma: "Cuando parece que ha exhalado su último aliento el luchador despierta, quien sabe si movido por la fragancia de una rosas amarillas que florecen cerca de allí…". A través de esta metáfora el autor nos habla de una virtud, de un valor extraordinario: "Una de las virtudes esenciales…es que en el último momento, al margen de lo que hayas conseguido…la calidad de tu vida se reducirá a la calidad de lo que has aportado… ¿Tiene algo que ver con las rosas amarillas?…Las rosas amarillas te recordarán el antiguo proverbio chino que dice: "la mano que te da unas rosas siempre conserva un poco de la fragancia"…el sentido está claro, cuando trabajas para mejorar la vida de los demás, indirectamente estás elevando la tuya."
Cuando compartí con "Rosa" este fragmento su rostro se iluminó de entendimiento y conectó con algo más que con fragancias, rosas y espinas, conectó con la finalidad, con aquello que realmente daba sentido a su vida. Encontró la respuesta que estaba buscando para afrontar "las heridas producidas por las espinas de las rosas que le importan"…Su sentido de contribución. Podía elegir entre guardar en su memoria el recuerdo del roce de la espina o podía guardar en sus manos la fragancia de las rosas
Esto me trajo a la memoria una poesía de José Martí que memoricé en mi infancia y que siempre he guardado en mi corazón y que compartí con Rosa:
Cultivo una rosa blanca
en junio como enero
para el amigo sincero
que me da su mano franca.
 
Y para el cruel que me arranca
el corazón con que vivo,
cardo ni ortiga cultivo;
cultivo la rosa blanca.
-          ¿Qué te sugiere esta metáfora?
-          ¿Qué significado  le da a tu experiencia?
Las rosas blancas pueden representar la calma, la tranquilidad y el sosiego si están fuertemente enraizadas en la tierra (la realidad), pueden representar la simplicidad y la sencillez para reconocer nuevas maneras de pensar y entender el mundo y a nosotros mismos para permitirnos superar el miedo y la necesidad de "falso" control de las frustraciones (heridas de las espinas), como el símbolo que puede ayudarnos a abrirnos y transformarnos desde nuestro interior y liberarnos de aquellas espinas que "falsamente" nos protegen y a la vez nos aíslan.
Saber escuchar y utilizar este lenguaje forma parte de las múltiples competencias que podemos desarrollar para elevar a nuestros clientes, ampliar su mirada y generar nuevas posibilidades de cambio. Pero no olvidemos quela metáfora es el "mapa" pero no es el "territorio". Su valor está vinculado a saber trasladar lo elaborado a través de la metáfora a la realidad concreta, a las creencias y situaciones reales de nuestros clientes. Elaborar significado sobre "rosas y espinas" por muy rico que sea, no servirá de mucho si nuestro cliente no puede cambiar su modelo mental y en consecuencia su manera de actuar e interactuar en su vida.
9. Agradecimientos
A todas aquellas personas que han dedicado su tiempo, su saber y su cariño para ofrecerme ánimos y sugerencias: Dr. Manuel Villegas, Pury Ruiz, Hermínia Gomà Ollé, Annamaria Delgado, Irene Loureiro y Angel Carro. Y como no, a "Rosa", por darme la oportunidad de conversar con ella y ofrecernos la oportunidad de seguir aprendiendo.
10. Bibliografía y referencias
Azzollini, S.C. y González, F.F. (1997). Esbozo para una conceptualización del pensamiento analógico-metafórico. Revista del Instituto de Investigaciones de la Facultad de Psicología, 2 (2), 5-14.
Burns, G.W. (2003). El empleo de metáforas en psicoterapia. 101 Historias curativas. Barcelona: Masson (Orig. 2001).
Cataláo, J.A. y Penim, A.T. (2011). Herramientas de coaching. Ediciones Lidel. Lisboa.
Fernández, J. (2010). Educar en ser persona. Baketik.
Gallego, C. (1996). Procesamiento del lenguaje metafórico frente al lenguaje literal. Revista de Psicología del Lenguaje, 1, 59-87.
Moix Queraltó, Jenny (2006). Las metáforas en la psicología cognitivo-conductualhttp://www.papelesdelpsicologo.es/vernumero.asp?id=1343
Mosterín, J. (2003). La insuficiencia de los paradigmas metafóricos en psicología. Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría, 23, 89-104.
Watzlawick, P. (2001). ¿Es real la realidad?. Barcelona: Herder (Orig. 1976). Barcelona.
Wilson, K.G. y Luciano, M.C. (2002). Terapia de aceptación y compromiso (act). Madrid: Pirámide.
Yalom, I.D (1984). Psicoterapia Existencial. Herder. Barcelona.
¿Qué metáfora es la que más te ha movilizado en tu vida?
¿Cuál es tu preferida para trabajar con tus clientes?
Hermínia Gomà
Sant Pere de Ribes
16 Agosto 2011
http://www.lavanguardia.com/lacontra/20110818/54201521473/supuramos-metaforas-por-eso-somos-humanos.html


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1 comentario:

  1. Todos necesitamos simbolizar aquellas esencias que nos construyeron como personas, ya que la misma cultura y sociedad se empeñan en borrar y transformar permanentemente.
    Me gustó mucho la forma de abordar el paradigma personal que es un tesoro que cada persona debe cuidar. felicidades y saludos.

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